Introducción

En los cerca de 40 años de existencia del Boletín del Museo Chileno de Arte Precolombino se han vivido esplendores y también incertidumbres. Nacido en tiempos de la dictadura militar chilena, el Boletín logró sobrevivir sus primeros años siendo, principalmente, un canal de expresión para el equipo de investigadores que trabajaban en el museo por aquellos años. Algunas ocasionales colaboraciones internacionales comenzaban a vislumbrarse dentro de un quehacer regional que se tejía gracias al esfuerzo personal de los y las especialistas, aunque durante los primeros años su publicación era irregular tanto en la periodicidad como en la cantidad de artículos. Solo a partir del año 2005 la revista comenzó a estabilizar la publicación de dos volúmenes anuales y a tener una convocatoria mucho más amplia que los años anteriores, logrando además instalarse en algunos repositorios y bibliotecas virtuales como SciELO. El año 2014 fue incorporado en la Web of Science Core Collection y, dos años más tarde, en Scopus.

A 10 años de su ingreso en la más exigente y prestigiosa base de datos resulta interesante considerar algunos de los desafíos inmediatos y de mediano plazo que tiene una revista que se encuentra incluida en el Índice de Artes y Humanidades de WoS (a&hci)(1). Para ello revisaremos breve y parcialmente lo que significa para una publicación como el Boletín ser parte de dicho índice, sus particularidades y restricciones, algunas circunstancias importantes a considerar con la instalación del Journal Citation Indicator (jci) y algunos de los desafíos que impone la consolidación de la inteligencia artificial en el mundo actual con respecto al quehacer editorial científico.

Journal Citation Indicator (jci) de la Web of Science y las revistas en a&hci

El Journal Citation Indicator (jci) apareció en 2021 como una nueva herramienta propuesta por Clarivate para realizar comparaciones “más justas’” entre las disciplinas, ajustando las diferencias en los patrones de citación de cada área. Esto permitiría a WoS evaluar el impacto promedio de las citas normalizadas por campo de especialidad (Clarivate 2021). Así como el Journal Impact Factor (jif) utiliza datos de los dos años anteriores al momento de la medición, el jci utiliza datos de la revista en los últimos tres años y los compara con artículos similares (según la tipología del documento(2) y el campo temático) durante el mismo lapso de tiempo. La fórmula es: jci = citas recibidas por la revista dividido por citas esperadas según su categoría temática. Este indicador incluye también las métricas provenientes de Emerging Sources Citation Index (esci) y, a diferencia de jif que considera solo artículos y reseñas, el jci incluye todos los tipos de textos citables (artículos, reseñas, libros, ensayos, etc.). La interpretación del jci corresponde a 1.00 (impacto promedio igual al promedio mundial del área); >1.00 (impacto sobre el promedio de la categoría específica) y <1.00 (impacto por debajo de la categoría específica).

Junto con el lanzamiento de jci, a partir de 2021 Clarivate puso en marcha nuevas estrategias que se consolidaron en junio de 2025, modificando las métricas y la medición del impacto de las revistas. Entre ellas, la principal fue la unificación de los rankings por categoría, eliminando las clasificaciones por edición (scie, ssci, ahci, esci) y consolidando los rankings en una sola lista por categoría temática, por ejemplo, Arqueología o Historia (Clarivate 2025b). Asimismo, se incluyen ahora las revistas en esci que, como bien se sabe, compila aquellas publicaciones que podrían ser incluidas en la Core Collection en la medida en que cumplan con todas las exigencias o filtros.(3) Si bien WoS calcula el factor de impacto de las revistas en todos los índices, no ofrece la clasificación según cuartiles por impacto para aquellas que se encuentran en a&hci y en esci, hecho que en la práctica ha significado una discriminación negativa para a&hci y que debería ‘remediarse’ parcialmente con la implementación de jci y del “Article citation performance”, que veremos en breve. Para determinar el índice en el que se incluyen las revistas se consideran las disciplinas, transdiciplinas e interdisciplinas que cada una consigna en su enfoque o alcance, y la relación disciplinar entre el enfoque y las líneas desarrolladas por los textos publicados. En el caso del Boletín, se declara actualmente un

núcleo del arte y simbolismo precolombino, la arqueología y la antropología, [donde] confluyen y dialogan especialistas de las ciencias sociales, el arte, la historia y las humanidades. El Boletín publica […] en las áreas de arqueología, antropología, arte rupestre, etnografía, historia del arte, artes visuales, historia, arquitectura, cognición, cosmología, filosofía, ecología, economía, ideología, musicología, tecnología, estudios de museos y otras materias relacionadas (Boletín s/f.).

De las especialidades declaradas, antropología es la única que en WoS se encuentra catalogada dentro del Social Sciences Citation Index (ssci). Sin embargo, el Boletín ha publicado en pocas ocasiones artículos antropológicos, por lo que no ha ingresado en este índice. Paralelamente, gran parte de las publicaciones con las que la revista comparte escenarios científicos están indexadas también en dicho índice, que sí presenta clasificación por cuartiles, por lo que enfrenta el desafío de la competitividad que, en este aspecto, se ve perjudicada (tabla 1).

Existen varias razones declaradas explícitamente por las cuales WoS no asigna cuartiles a las revistas en a&hci. Una de las principales estriba en que las disciplinas que forman parte de dicho índice tienen una especificidad, ritmo de producción, lectura y citación muchísimo más lento que las otras disciplinas científicas, por lo cual tampoco es de extrañar que el factor de impacto sea consecuentemente mucho menor (Clarivate 2024). Estas políticas han significado que aquellas revistas listadas en a&hci se encuentren en un ciclo vicioso, porque, al no recibir las mismas métricas que el resto de las publicaciones, los autores se ven presionados a enviar sus trabajos a revistas incluidas en otros índices para respaldarlos con factores de impacto y cuartiles, con lo cual las citaciones de esas publicaciones se mantienen bajas.

Otra de las medidas implementadas por WoS es que, por primera vez, las publicaciones que hayan retractado o rectificado sus contenidos son eliminadas de los cálculos de Journal Impact Factor (jif) (Clarivate 2025c). Mientras este factor se propone ahora como una herramienta que no solo mide el impacto sino la confiabilidad de una revista, se decidió mantener la decisión de no publicar rankings de jif en las 25 categorías propias de artes y humanidades, argumentando que “la distribución de citas en esas áreas puede generar empates masivos que dificultan una clasificación significativa”, dejando a disposición del público el jci para esas disciplinas. Surge entonces la pregunta, ¿cómo podrán demostrar confiabilidad revistas como el Boletín o cualquier otra que esté en a&hci?, ¿se trata simplemente de una nueva métrica hecha para crear más brechas disciplinares?

En este escenario, el jci debiera implicar una mejora en la medición puesto que evita las penalizaciones a aquellas revistas que tienen bajo número de citas absolutas. Sin embargo, es necesario reconocer que existen algunos puntos débiles o críticos que deberán resolverse con el tiempo, ante los cuales revistas del a&hci deberán estar atentas. Por una parte, mientras es indiscutible que el jci busca integrar disciplinas y áreas del conocimiento, por otra parte, sigue siendo una métrica que mide cantidad y no calidad editorial, así como tampoco innovación o tenacidad temática, las cuales han sido importantes bastiones de la identidad científica del bmchap a lo largo de su existencia. Frente a sistemas de financiamientos basados en la medición del impacto científico, el jci enfrenta el gran desafío de posicionarse como una forma válida de medir el conocimiento en arte y humanidades y evitar el mal o acrítico uso que se ha hecho del jif en comités científicos o académicos. Tal como lo señalamos, las revistas de a&hci no presentan clasificación por rankings o cuartiles según su factor de impacto, pero el jci sí incluye una medición por cuartil, la cual, hasta el momento, parece no tener grandes repercusiones a nivel de financiamiento de investigación o en las carreras académicas de los investigadores que publican artículos científicos. No obstante, la evidencia empírica nos invita a ser pacientes y esperar a ver cómo será utilizada esta nueva medida por las agencias de investigación y las entidades académicas y financiadoras.

Con respecto al mal uso que se ha hecho en la comunidad científica del jif, Clarivate sugiere un manejo más dinámico y responsable, lo que se ha denominado “Article Citation Performance” (comportamiento de las citaciones de un artículo), aspecto que no se refleja en las métricas del jif (Adams et al. 2029; véase también Taylor & Francis s/f.b). Para evaluar el comportamiento de las citaciones de un artículo se puede utilizar, entre varias opciones, otra herramienta de WoS denominada Incites. Un ejercicio simple para demostrar las citaciones que reciben los documentos publicados por el bmchap frente a otras revistas del área de arqueología de la Core Collection de WoS en la región de Latinoamérica, arroja los resultados expresados en la tabla 1.

Tabla 1. Comportamiento de citaciones del bmchap en Incites frente a las revistas regionales de Arqueología.

Este ejercicio puede resultar de mucha utilidad para demostrar, por ejemplo, que a pesar de que el jif del bmchap es relativamente bajo (0,2 para 2024), el comportamiento de las citaciones de los artículos sí son relevantes, incluso frente a revistas pertenecientes al ssci. Esto pone sobre la mesa la importancia neural que tienen las estrategias editoriales postpublicación en el comportamiento de los artículos en cuanto a su citación. La métrica del jif se contrapone con la del jci 2024 para el Boletín que arrojaba 0.48 (su año más alto fue 2020, con un índice de 0.85). Las estrategias para mejorar el comportamiento de un trabajo no se agotan en las declaradas por Clarivate, sino por el contrario, son uno de los espacios de mayor creatividad para el desempeño editorial y en los cuales las redes sociales, las estrategias de divulgación, las redes científicas y la diversificación de formatos audiovisuales son herramientas disponibles que deben ser utilizadas. Para ello conviene mover el límite de la responsabilidad editorial de las revistas más allá del hito de la publicación e incluir necesariamente las estrategias postpublicación. En este plano, revistas como el Boletín recién comienzan un muy interesante camino en el que otras revistas ya han demostrado soluciones eficaces.

Inteligencia artificial y quehacer editorial científico

Para cerrar este breve aporte quisiera mencionar otro de los desafíos que tanto WoS como otras entidades han identificado en el quehacer científico y editorial. Se trata de la llegada y masificación del uso de la inteligencia artificial (ia), un hecho ineludible que ya impacta a las revistas científicas, muchas de las cuales no han elaborado aún normas básicas para regular su uso en las investigaciones y publicaciones. A pesar de que actualmente no existen prescripciones claras para las revistas indexadas en WoS y para los autores, sí se cuenta con un conjunto de publicaciones y de directrices emanadas de Clarivate para el uso de ia que, de hecho, se ven apoyadas por la creación de una plataforma a disposición de los investigadores: Web of Science Research Assistant (Clarivate s/f.b).

Al respecto, el bmchap, así como otras revistas chilenas que abordan temas similares, carecen hasta el momento de directrices, herramientas o propuestas éticas para abordar este tema. Sin embargo, tarde o temprano cada revista deberá hacer los ajustes en el proceso editorial que le permitan hacerse cargo de los aportes y, sobre todo, de los problemas, que esta nueva herramienta acarrea. Entre las medidas sugeridas por Clarivate para afrontar estos desafíos la primera consiste en rechazar la inclusión de ia como autor o coautor de los textos científicos, debido, principalmente, a que los documentos generados con dicha herramienta presentan un alto porcentaje de error (cercano al 70% según lo reconoce el propio ChatGPT 5). En segundo lugar, la entidad aconseja señalar las formas de citación o reconocimiento de uso de cualquier tipo de ia para las funciones de redacción, traducción, edición, creación de figuras, etc., evitando con ello la demonización de la herramienta artificial, pero circunscribiendo su utilización. Una posibilidad para poner en práctica esto sería solicitar a los autores que declaren si la han utilizado o no en la elaboración de sus trabajos, identificar el tipo de ia, la(s) sección(es) donde ha sido usada y con qué propósito (Clarivate 2025d). En tercer lugar, Clarivate reconoce que un buen uso de la ia se diferencia de uno fraudulento en la supervisión humana y en la aplicación de métodos de corroboración y verificación de lo producido por dichos sistemas inteligentes. Frente a esto, se recomienda que los equipos editoriales revisen cada uno de los vínculos y referencias otorgadas por los autores para comprobar su veracidad y correcto funcionamiento.

Un punto ciego muy relevante en todo este asunto es el uso de ia en el proceso de evaluación, sobre el cual existe actualmente una mínima vigilancia. Según la información disponible en las páginas web de revistas del a&hci –entre ellas el Boletín–, hasta ahora no existen directivas explícitas sobre la materia. Al respecto, las revistas indexadas deberían prohibir a los evaluadores utilizar servicios de ia para la evaluación salvo para tareas de edición, estilo, primera traducción y estructura, instancias en la que deben solicitar autorización del equipo editorial.

Finalmente, pero no de manera exhaustiva, cabe señalar el criterio que debe utilizarse para dictaminar las acciones a seguir en los casos en que la aplicación de un software de reconocimiento de uso de ia arroje resultados positivos. En situaciones como estas, el primer paso es solicitar una aclaración al autor o autora para que explique las posibles razones y rectifique o referencie adecuadamente el uso de cualquier herramienta de ia en su investigación o escrito. Evidentemente la lista de estrategias excede los puntos aquí señalados, y debiera crecer exponencialmente en la medida en que los usuarios van desarrollando diversas formas de usar las plataformas de inteligencia artificial.

Grandes y emocionantes desafíos aparecen en el camino de las revistas científicas y entre ellas el Boletín. Dos me parecen de especial atención. El primero se relaciona con uno de los puntos abordados al comienzo de este documento, es decir, la confianza entre los distintos protagonistas del diálogo científico: revistas, documentos publicados, autores, lectores, evaluadores y agencias indexadoras. ¿Cómo evaluar y certificar la confianza?, ¿cómo utilizar jci para construirla en las revistas que pertenecen al a&hci y reducir la brecha que se produce una vez más contra las artes y humanidades? El segundo desafío tiene que ver con la utilización de la herramienta que mide el comportamiento de las citaciones de los artículos, ámbito que abre inmensas posibilidades de construcción de diálogo científico entre los distintos actantes y en el cual las estrategias de los equipos editoriales tiene un amplio espacio de creatividad y desarrollo científico, muy especialmente en la postimpresión.(4)

Paula Martínez Sagredo*

* Universidad de Tarapacá, fondecyt Regular N° 1230858.
orcid: 0000-0002-7881-3859.
E-mail: pmartinezsagredo@gmail.com

NOTAS

1 Este índice incluye Arqueología, Arte, Historia del arte, Estudios clásicos, General, Historia, Lingüística y Literatura, Artes performativas, Filosofía, Religión y Teología (Clarivate s/f.a).

2 Los tipos textuales reconocidos por WoS Core Collection incluyen: artículo, reseña de exhibición de arte, bibliografía, ítem bibliográfico, libro, capítulo de libro, reseña de libro, corrección, reseña de performance de danza, data paper, reseña de base de datos, artículo de acceso anticipado, material editorial, expresión de preocupación, extracto (literario o musical), ficción o prosa creativa, reseña de película, reseña de hardware, carta, resumen de simposio o conferencia, conferencia, sumario de conferencias, reseña de performance musical, partitura musical, reseña de partitura musical, poesía, proceedings paper, reseña de grabaciones, reimpresiones, publicaciones retractadas, retracciones, reseñas, guion, reseña de software, reseña teatral, reseña de radio y televisión, recusaciones (Clarivate 2025a).

3 Las revistas que están en esci reúnen algunos de los criterios relevantes para ser incorporadas en la Web of Science, pero no completamente, por lo que se encuentran en un lugar y plazo de supervisión o monitoreo a la espera de comprobar si mejoran su calidad y pueden incluirse en la Core Collection (Taylor & Francis s/f.a). A pesar de esto, WoS ofrece a estas publicaciones mediciones de impacto y otras métricas, no así ranking y cuartil. Ejemplo de un parámetro no alcanzado por las revistas en esci es la citación de los artículos publicados por ellas en trabajos de otras revistas ya indexadas en la Core Collection.

4 Estrategias para difundir los contenidos de los documentos publicados pueden terminar incidiendo favorablemente en, por ejemplo, la llegada de los nuevos avances científicos a estamentos de la sociedad que se caracterizan por no acceder a ellos fácilmente, como la comunidad escolar, solo por mencionar uno.

REFERENCIAS

Adams, J., M. McVeigh, D. Pendlebury & M. Szomszor 2019. Profiles, not metrics. <https://clarivate.com/academia-government/wp-content/uploads/sites/3/dlm_uploads/WOS_ISI_Report_ProfilesNotMetrics_008.pdf> [consultado: 04-08-2025].

Boletín del Museo Chileno de Arte Precolombino. s/f. La revista. <https://boletinmuseoprecolombino.cl/acerca-de/> [consultado: 04-08-2025].

Clarivate. s/f.a. Master Journal List. <https://mjl.clarivate.com/help-center> [consultado: 04-08-2025].

Clarivate. s/f.b. Web of Science Research Intelligence. <https://clarivate.com/academia-government/scientific-and-academic-research/research-funding-analytics/web-of-science-research-intelligence/> [consultado: 04-08-2025].

Clarivate. 2021. Introducing the Journal Citation Indicator. A New Approach to Measure the Citation Impact of Journals in the Web of Science Core Collection. <https://clarivate.com/download/introducing-the-journal-citation-indicator/> [consultado: 04-08-2025].

Clarivate. 2024. 2024 Journal Citation Reports: Changes in Journal Impact Factor Category Rankings to Enhance Transparency and Inclusivity. <https://clarivate.com/academia-government/blog/2024-journal-citation-reports-changes-in-journal-impact-factor-category-rankings-to-enhance-transparency-and-inclusivity/?utm_medium=Referral&utm_source=jcr-clarivate-com> [consultado: 04-08-2025].

Clarivate. 2025a. Web of Science Core Collection: Document Type Descriptions. <https://support.clarivate.com/ScientificandAcademicResearch/s/article/Web-of-Science-Core-Collection-Document-Type-Descriptions?language=en_US> [consultado: 04-08-2025].

Clarivate. 2025b. Celebrating 50 Years of Journal Citation Reports. <https://clarivate.com/academia-government/blog/celebrating-50-years-of-journal-citation-reports/> [consultado: 04-08-2025].

Clarivate. 2025c. The Upcoming Journal Citation Reports Release and Changes to Uphold Research Integrity in 2025. <https://clarivate.com/academia-government/blog/the-upcoming-journal-citation-reports-release-and-changes-to-uphold-research-integrity-in-2025/> [consultado: 04-08-2025].

Clarivate. 2025d. Strengthening research integrity through collaboration and innovation. <https://clarivate.com/academia-government/blog/strengthening-research-integrity-through-collaboration-and-innovation/> [consultado: 04-08-2025].

Taylor and Francis. s/f.a. Emerging Sources Citation Index. An introduction to the ESCI for journal editors. <https://editorresources.taylorandfrancis.com/understanding-research-metrics/esci/> [consultado: 04-08-2025].

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