La cerámica estilo Códice del Museo Popol Vuh

Codex Style Ceramics of Popol Vuh Museum

Resumen

El Museo Popol Vuh, de la Universidad Francisco Marroquín, resguarda uno de los mayores atlas de arte prehispánico y colonial de Guatemala. Fue fundado por Jorge y Ella Castillo en el año 1977, quienes donaron su colección para que pudiera ser visitada por el público e investigadores. Las instalaciones actuales, situadas en el campus de dicho centro universitario, fueron abiertas el año 1997, y su complejo cultural incluye el Museo Ixchel del Traje Indígena y el Auditorio Juan Bautista Gutiérrez. En este artículo damos a conocer ejemplos de cerámica estilo Códice que forman parte de la colección del museo, contribuyendo al estudio y difusión del patrimonio cultural maya prehispánico.

Palabras clave: cerámica maya, estilo Códice, epigrafía, iconografía, escritura jeroglífica.

INTRODUCCIÓN

En el año 1973, el arqueólogo norteamericano Michael Coe publicó el libro The Maya Scribe and his World, dando a conocer al mundo varias vasijas de cerámica con una particular decoración. Coe las denominó estilo Códice debido a su similitud con los códices mayas, libros plegables escritos sobre papel fabricado con la corteza del árbol de amate. Estas semejanzas consisten en finas líneas pintadas de negro o café oscuro, franjas rojas en el borde y la base de la vasija sobre un fondo crema, el que a veces se torna amarillento debido a las pequeñas cantidades de hierro que contiene. Además, en esta clase de alfarería se representan varios temas, entre los que se encuentran escenas mitológicas, personajes sobrenaturales, e información calendárica y dinástica. Este investigador relacionó algunas de las imágenes con pasajes del famoso libro quiché Popol Vuh,¹ en el que dos héroes protagonizan un periplo mítico para derrotar a los señores del inframundo y transformarse finalmente en el Sol y la Luna (Coe 1973, 1978; Robicsek & Hales 1981: xxxxi).

La vajilla Códice pertenece al tipo Zacatal Crema, aunque algunos autores, como Donald Forsyth (2003: 673), han planteado que en realidad constituye una variante diferente. Fue producida entre los años 672-751 dc, durante la primera mitad de la fase Tepeu i (Reents & Bishop 1987; Reents-Budet et al. 1994: 362-365). Constituye una de las tradiciones pictóricas de la alfarería del arte maya del período Clásico (250-900 dc), elaborada de una forma magistral y virtuosa, que plasma con maestría diferentes motivos. Su distribución y manufactura tiene como epicentro la región de Cuenca El Mirador, en El Petén, Guatemala, y probablemente Calakmul, en el estado mexicano de Campeche (García & Carrasco 2006; García 2011; Boucher & Palomo 2012; Boucher 2014), aunque se han encontrado en otros sitios del territorio guatemalteco, como La Muerta, El Tintal, Nakbé, El Porvenir y Zacatal (Hansen et al. 1991; Reents-Budet et al. 2011). Las formas más comunes corresponden a vasos cilíndricos, platos extendidos, trípodes y, con menor frecuencia, vasos con superficie acanalada, jarras, tazas con asa y botellas miniatura llamadas “veneneras”, que en realidad servían para guardar tabaco (Velásquez 2008: 52; Loughmiller-Cardinal & Zagorevski 2016).

Como se ha mencionado, existe una diversidad de tópicos graficados en las vasijas Códice, pero a pesar de dicha variedad, hay algunos que son recurrentes y deben ser parte de relatos extensos que el artista maya quiso inmortalizar al plasmarlos en estos objetos. Entre ellos, podemos destacar los famosos vasos dinásticos (Martin 1997), el sacrificio del bebé jaguar, el nacimiento de los dioses y del joven Dios del Maíz, la muerte del Señor de los Animales o la humillación y derrota de Itzam Aat (“Dios L”),² entre otros. Actualmente, el reto de las investigaciones radica en identificar los elementos más importantes de estas piezas, para reconstruir las narrativas que pudieron significar mitologías complejas.

En la colección del Museo Popol Vuh se conservan 11 vasos de estilo Códice y, aunque algunos de ellos están fragmentados, en su mayoría constituyen ejemplares nunca publicados. Las escenas que se exponen en esta pequeña muestra contienen varios de los temas recurrentes en dicho tipo cerámico, los que son abordados individualmente o en grupos, según sea necesario. Para este propósito, y en ciertos casos, nos basamos en las categorías de las vasijas Códice propuestas por Francis Robicsek y Donald Hales (1981) en el libro The Maya Book of the Dead. The Ceramic Codex, aunque con ciertas modificaciones.

BANDAS CELESTES Y REGISTROS CALENDÁRICOS

Muchos de los ejemplos ilustrados en la cerámica Códice corresponden únicamente a registros calendáricos. Por lo general, aluden a fechas del ciclo ritual de 260 días, llamado Tzolk’in³ y, en especial, al día Ajaw, que representa un fin de período en el mundo maya, celebrado con diversos ceremoniales. Es el caso de tres de los vasos de la muestra del Museo Popol Vuh (mpv 7134, mpv 7101 y mpv 7265) (fig. 1).

Figura 1. Vasos con información calendárica y bandas celestes: a) mpv 7134; b) mpv 7101; c) mpv 7265 (todas las fotografías son de los autores y las piezas pertenecen a la colección del Museo Popol Vuh, Universidad Francisco Marroquín, Ciudad de Guatemala, Guatemala, excepto cuando se indica). Figure 1. Drinking cups with calendar information and celestial bands: a)mpv 7134; b)mpv 7101; c)mpv 7265 (all photos by the authors and the pieces belong to the Museo Popol Vuh collection, Universidad Francisco Marroquin, Guatemala City, Guatemala, except where indicated).

Este grupo de piezas fue identificado originalmente por Robicsek y Hales (1981: 209, tabla 8) como “vases with sky bands and calendrical day cartouches”. Su selección incluía siete objetos, de los cuales cinco contenían el día Ajaw y uno el día Imix. El ejemplar mpv 7134 representa una variante de los contenedores de esta categoría. Registra la fecha 12 Ajaw, pero la banda celeste está sustituida por otra con diseños triangulares en blanco y negro, que puede aludir a una serpiente, y es parecido al vaso publicado en la tabla 8.G de Robicsek y Hales (1981: 209). mpv 7101 (K5634) y mpv 7265 pertenecen a otro subgrupo que se caracteriza por presentar fechas de Tzolk’in, separadas por la imagen de dos cuchillos de pedernal cruzados, cuyo significado es aún desconocido. Cabe señalar que en el corpus de las cerámicas pintadas de Justin Kerr hay más ejemplares de este subgrupo, tales como las piezas K5630, K9221 y K9239.

La ornamentación de los contenedores cerámicos con fechas del Tzolk’in no está limitada al estilo Códice. Tres platos trípodes del tipo Jama Rojo Policromo, recuperadas del Entierro 23 en Tikal, fueron pintados con varios glifos calendáricos. El plato mt-6 lleva cuatro fechas 7 Ajaw en su borde y 8 Ajaw en el fondo de la pieza (Culbert 1993: fig. 40a), y mt-7 exhibe la fecha 8 Ajaw en la base y cuatro fechas en el borde (Culbert 1993: fig. 40b).

Las fechas del Tzolk’in sobre estos recipientes se comparan frecuentemente con las Ajaw encontradas en altares conocidos como “Ajaw gigante”, las que se vinculan con las fechas de fin de período. Si fuera así, la fecha 12 Ajaw escrita en el ejemplar mpv 7134 podría corresponder a una terminación de katun en 9.11.0.0.0 12 Ajaw 8 Keh (14 de octubre del año 652 dc) y el 10 Ajaw del vaso mpv 7265 a la fecha 9.12.0.0.0 10 Ajaw 8 Yaxk’in (1 de julio del año 672 dc). Sin embargo, mpv 7101 exhibe 19 Ajaw, una datación imposible.

EL DIOS ANCIANO Y LA SERPIENTE

Otra narrativa documentada en las cerámicas Códice incorpora a un dios anciano que surge de las fauces de una serpiente (Valencia & García 2010: 249-251; Davletshin 2014: 11-12). En el Museo Popol Vuh existen dos de estos casos. En uno de ellos, mpv 7197 (fig. 2a), aparece emergiendo del hocico de una serpiente celestial y sosteniendo con su mano derecha una jeringa para administrar enemas. Frente a la deidad se observa un cántaro que almacena un brebaje utilizado por los mayas para entrar en estados alterados de conciencia y comunicarse con los dioses o los ancestros. Las imágenes de hojas que sobresalen de esta vasija y del bloque jeroglífico chihi, chih, ‘pulque’, asociado a esta (fig. 2b), confirman que se trata de dicha sustancia (Miller & Taube 1993: 85). Situado frente a la entidad sobrenatural, un personaje vestido con faldellín de piel de jaguar, y ricamente ataviado, entrega a la divinidad un vaso, junto con otro objeto no identificado.

Figura 2. mpv 7197: a) escena de un dios anciano saliendo de las fauces de una serpiente, interactuando con otro personaje en posición sedente; b) detalle de la vasija para pulque ubicada entre ambos personajes. Figure 2. mpv 7197: a) scene showing an aged god emerging from the jaws of a snake, interacting with another figure who is seated; b) detail of a vessel for drinking pulque, situated between the two figures.

Por su parte, mpv 7108 (fig. 3) tiene plasmada una típica escena con personajes conocidos como wahyis, espíritus compañeros o entidades anímicas propias de los señoríos y gobernantes durante el período Clásico (Grube & Nahm 1994). Un dios anciano con sombrero, el rostro pintado de negro y sosteniendo una enorme trompeta de caracol, asoma de la boca de una serpiente con oreja y cuerno de venado. La combinación de los rasgos de ambos animales es conocida como chijilchan, ‘serpiente venado’, actualmente llamada mazacuata, por su derivación del nombre en idioma náhuatl (Grube & Nahm 1994: 693-694). Al frente del personaje se observa un plato que contiene partes del cuerpo cercenadas y que, seguramente, correspondían a la dieta de dicho ser.

Figura 3: a) mpv 7108; b) escena del Señor de los Animales, aparece de las fauces de una serpiente con rasgos de venado (ilustración de Sergei Vepretskii). Figure 3: a) mpv 7108; b) Lord of the Animals scene emerging from the jaws of a snake with deer-like features (illustration by Sergei Vepretskii).

El texto glífico situado delante de la cara del dios anciano representa una variante de las cláusulas asociadas a los wahyis. Sin embargo, el orden de los bloques parece estar alterado: empieza con ‘uWAYya, ‘u-wahy, ‘su espíritu compañero’, pero el nombre de la entidad está escrito después: chiCHAN, chi[j] chan. Los signos en el tercer bloque (A3) están erosionados. La segunda columna tampoco es muy clara: (B1) TE’jala? (B2) tz’utz’i, Te’jal Tz’uutz’. La palabra tz’uutz’ significa “coatí” y podría referirse a otro wahyis, por ejemplo, k’ahk’ ne tz’uutz’, ‘coatí de cola de fuego’ (Grube & Nahm 1994: 699).

FÓRMULAS DEDICATORIAS Y PERSONAJES SOBRENATURALES

En otra categoría encontramos motivos iconográficos y seres sobrenaturales ligados con el agua. Algunas veces figuran monos o deidades con el signo k’an en la frente. De ella retoñan foliaciones vegetales que representan los nenúfares de las aguadas, fuentes de agua primordiales para los mayas de las Tierras Bajas. Los cuatro ejemplos que hemos incluido en este artículo también poseen jeroglifos pintados alrededor del borde del vaso. Estos textos son conocidos como Fórmulas Dedicatorias, y proporcionan información sobre el tipo de objeto, el contenido de las vasijas, los nombres y títulos de sus dueños y, en algunos casos, antropónimos de escribas (Stuart 1989, 2005; Beliaev et al. 2010).

Vaso con elemento en forma de ojo

En la vasija mpv 7099 se representa un motivo similar a un ojo y otros con forma de vegetales, tales como foliaciones en los costados que recuerdan contextos acuáticos (fig. 4). El texto inscrito en el borde del vaso es bastante regular y dice lo siguiente:

(A) ‘a-‘AY?-ya (B) tzibi (C) naja (D) jichi (E) yukibi (F) tayutala (G) kawa (H) K´UHchaTANWINIK (I) SAK-‘o?-WAYIS?,
ay[al] tz’ihb’naj jich y-uk’ib’ ta yutal [ka]kaw k’uh[ul] Chatahn winik sak ‘o(?) wahyis,
‘aquí fue pintado el vaso para beber para el cacao afrutado del hombre divino de Chatahn, Sak Wahyis’.

Los atributos paleográficos indican que esta pieza podría haber sido pintada por el Maestro 1 de Yopaat B’ahlam (Aimi & Tunesi 2022).

Figura 4. mpv 7099: a) signos jeroglíficos de la Fórmula Dedicatoria; b) planos generales de la vasija. Figure 4. mpv 7099; a) hieroglyphic symbols of the Dedicatory Formula; b) wide shots of the vessel.

Vaso con entidad sobrenatural

La escena sobre el contenedor mpv 7103 expone a una entidad sobrenatural con labio prominente y ojo cuadrado (fig. 5). Foliaciones vegetales crecen de él y un medallón con rasgos de agua figura en su frente. El fondo negro del recipiente es utilizado por los artistas mayas para designar no solo oscuridad, sino también un contexto acuático relacionado con el inframundo. El texto glífico del borde se lee de la siguiente forma:

(A) ‘a-‘AY?-ya (B) tzibi (C) naja (D) jichi (E) yukibi (F) tayutala (G) kawa (H) K´UH (I) chaTANWINIK (J) SAKWAYIS (K) HA‘?-yu,
‘ay[al] tz’ihb’naj jich y-uk’ib’ ta yutal [ka]kaw k’uh[ul] Chatahn winik sak wahyis…,
‘aquí fue pintado el vaso para beber para el cacao afrutado del hombre divino de Chatahn, Sak Wahyis…’.

El pasaje es bastante estandarizado, salvo el último bloque HA‘?-yu. Podría ser el nombre del dueño del objeto, quien era uno de los “hombres divinos de Chatahn”, grupo de nobles al que nos referimos más adelante.

Figura 5. mpv 7103: a) signos jeroglíficos de la Fórmula Dedicatoria; b) planos generales de la vasija. Figure 5. mpv 7103: a) hieroglyphic symbols of the Dedicatory Formula; b) wide shots of the vessel.

Vasos con monos

Los ejemplares mpv 7107 y mpv 7260 muestran monos sobre canoas que, en algunas ocasiones, personifican a serpientes o deidades acuáticas. En el caso del primero (fig. 6a y b), que tiene forma de calabaza, observamos la cabeza de un simio, y en el segundo (fig. 6c) aparece el cráneo de uno de estos primates. En ambos figuran foliaciones vegetales, aunque en el segundo es clara la representación de un lirio acuático. Además, mpv 7107 presenta un texto que puede leerse de la siguiente manera:

(A) ‘a-‘AY?-ya (B) tzibi (C) naja (D) jichi (E) yukibi (F) tatzi/TZIMAH? –hi (G) taka (H) YOPATti,
‘ay[al] tz’ihb’naj jich y-uk’ib’ ta tzih tak? / ta ka[kaw]? Yopaat [B’ahlam],
‘aquí fue pintado el vaso para beber tzihtak / para cacao de Yopaat B’ahlam’.

Pese a que el nombre mencionado en el texto de mpv 7107 se encuentra incompleto, sugerimos que se refiere a un personaje histórico llamado Yopaat B’ahlam. Este vivió en algún momento del período Clásico Tardío, probablemente alrededor de los años 690-700 dc, y es conocido como el dueño de muchas vasijas pintadas y patrón de varios maestros (Aimi & Tunesi 2022). Un vaso cilíndrico decorado con línea naranja sobre un fondo crema que le perteneciera fue hallado en las excavaciones del sitio Tintal, en El Petén (Hansen et al. 2006: 743, 745). David Stuart (2013) sugiere que es un gobernante local de Nakbé o de algún otro sitio vecino bajo el poder de Calakmul. Antonio Aimi y Raphael Tunesi (2022: 12-16) también lo relacionan con Calakmul.

Figura 6. mpv 7107 y mpv 7260: a) signos jeroglíficos de la Fórmula Dedicatoria en mpv 7107; b) planos generales de mpv 7107; c) planos generales de mpv 7260. Figure 6. mpv 7107 and mpv 7260: a) hieroglyphic symbols of the Dedicatory Formula in mpv 7107; b) wide shots of mpv 7107; c) wide shots of mpv 7260.

Aunque en la mayoría de los casos de las Fórmulas Dedicatorias se menciona kakaw, ‘cacao’, la sección del contenido de mpv 7107 (bloques F-G) es irregular. El término registrado en el bloque F todavía no está claro y, tradicionalmente, se lee tzihi, tzih, que se vincula con el adjetivo tzih, ‘puro’, ‘fresco’, ‘crudo’ (MacLeod 1990: 399-400; Velásquez 2008: 52). Sin embargo, esta lectura posee varias dificultades. Primero, en algunos textos aparece solo como denominación de una bebida. Segundo, en los pasajes sobre la alfarería de estilo Chocolá, del noroeste de Yucatán, posee el sufijo de adjetivos –il, por ejemplo en el recipiente K4542. Tercero, el modificador adjetival –te’el se usa con los nombres de plantas y no con los adjetivos. Todo esto indica que tzih(?) es un sustantivo que, al igual que kakaw, podría denominar una bebida y un tipo de planta desconocida (tzihte’). Por su parte, Stuart (2005: 143) sugirió que el signo silábico tzi podría también tener el valor logográfico TZIH o TZIMAH, ‘jícara’ (David Stuart, comunicación personal 2022).

La segunda parte de la sección del contenido (posición G de la Fórmula Dedicatoria) conlleva otra dificultad, dado que está escrito como taka y puede ser un término desconocido para una bebida (tak). Otra posibilidad es que sea una abreviatura para ta ka[kaw], ‘para cacao’.

Vaso con motivos acuáticos

El contenedor mpv 7106 es de forma cilíndrica y está muy erosionado (fig. 7). En sus paredes se distinguen motivos iconográficos de agua, bandas, burbujas y foliaciones vegetales. El texto en su superficie se lee de la siguiente forma:

(A) ‘a-‘AYya (B) tzibi (C) naja (D) jichi (E) yukibi (F) tayuta (G) ka-[wa] (H) ‘i+tzata?,
‘ay[al] tz’ihbnaj jich y-uk’ib’ ta yuta[l] ka[kaw] ‘itz’at,
‘aquí fue pintado el vaso para beber para el cacao afrutado del divino hombre del sabio’.

El ejemplar perteneció a un ‘itz’at, ‘sabio’, es decir, a un escriba o sacerdote, y Daniel Graña-Behrens (2012) compara este título con el grupo de tlamatini entre los nahuas posclásicos. La denominación era usada por representantes de todos los estratos de la sociedad maya, incluyendo la realeza, los artistas del palacio y muchos otros.

Figura 7. mpv 7106: a) signos jeroglíficos de la Fórmula Dedicatoria; b) planos generales. Figure 7. mpv 7106: a) hieroglyphic symbols of the Dedicatory Formula; b) wide shots.

El vaso de los wahyis

La última pieza considerada, mpv 7105, fue publicada por Justin Kerr (s.f.) con el número K5632 (también conocida como ms1557), sin embargo, no había sido hasta ahora analizada. La escena pintada exhibe a tres wahyis, espíritus compañeros o entidades anímicas en procesión (figs. 8 y 9). Dos de ellos son felinos y el tercero corresponde a un ave.

Figura 8. Planos generales de mpv 7105. Figure 8. Wide shots of mpv 7105.

El primer felino es un jaguar, tal vez en combinación con algún otro animal. El texto que le nombra (A1-A3) dice lo siguiente: … HIXuWAYya, … Hiix ‘u-wahy, ‘… Jaguar es el wahy de’. El nombre del lugar o del linaje real no se preservó. El bloque inicial consta de un signo en forma de cabeza de animal con la boca abierta. El segundo es más común dentro del corpus de estas entidades y es llamado “Jaguar Estelar”, el que lleva una serpiente enrollada alrededor de su cuello y signos de estrella sobre su cuerpo. Nikolai Grube y Werner Nahm (1994: 688-689) leyeron su nombre como To… Ek’ Hix. Posteriormente, Marc Zender (2004: 6-7) propuso la lectura Jatz’ Tokal Ek’ Hiix, ‘El Jaguar Golpeando de la Estrella Brillante’. En el ejemplar analizado en este artículo, solo se preservaron dos bloques: (C) HIX (D) ‘uWAYya, Hiix ‘u-wahy, ‘Jaguar es su wahy’.

El último wahyis representa un ave con el pico grande y una bufanda sacrificial en el cuello. Lleva su nombre escrito en la frente y es el único que tiene la fórmula completa: (E1) SAKne (E2) ‘uWAYya (E3) ka-…-‘AJAW, Sak Ne[h] ‘u-wahy Kanu’l(?) ‘ajaw, ‘el pájaro cola blanca es el wahy de los señores de Kanu’l’. Al parecer, el apelativo del pájaro era Sak Neh, ‘Cola Blanca’, y fue uno de los wahyis de la dinastía de Kanu’l. Hasta ahora, es la única mención de este animal en la lista de los wahyis del período Clásico.

Figura 9. Personajes wahyis representados en mpv 7105: a) felino con rasgos mezclados; b) Jaguar Estelar; c) pájaro Cola Blanca (fotografía de Justin Kerr [s.f.], K5632). Figure 9. Wahyis figures represented in mpv 7105: a) feline with mixed features; b) Stellar Jaguar; c) White Tail bird (photo by Justin Kerr [n.d.], K5632).

LOS CHATAHN WINIK Y LA PRODUCCIÓN DE LA CERÁMICA ESTILO CÓDICE

El título por excelencia que encontramos en las Fórmulas Dedicatorias de estos vasos se remonta a una tradición muy antigua del área norte del departamento de El Petén, Guatemala, específicamente en Mirador y Calakmul. Algunos autores, como Erik Boot (2005: 505-516), han propuesto que Chatahn o Chata’ era el nombre de una región específica que aludía a individuos de alto rango, incluso a gobernantes. Simon Martin (en Velásquez & García 2018: 3) planteó que pertenecían a un reino de prestigio legendario que, para el período Clásico, había desaparecido y que se ligaba a distintas entidades políticas. Alexandre Tokovinine (2013), por su parte, sugirió que este linaje pobló las regiones de Calakmul y Nakbé, mientras que Alfonso Lacadena (en Velásquez & García 2018: 3) afirma que este título era un etnónimo.

Hasta ahora la mención más temprana conocida de Chatahn winik se registra en la inscripción sobre la Estela 1 de El Achiotal, un sitio del período Clásico Temprano (250-600 dc), cercano a La Corona (Barrientos et al. 2016: 105-107). El protagonista del texto era el nieto por línea materna (u-mam) de un k’uhul Chatahn winik anónimo (Beliaev et al. 2017: 33-34). La entronización del personaje principal ocurrió en el año 378 dc, por lo tanto, su abuelo debió vivir alrededor del año 350 dc, evidenciando que el linaje de los Chatahn winik ya existía a inicios de esa época.

El título k’uhul Chatahn winik se asocia con el gobernante Yopaat B’ahlam (Lopes s.f.; Reents-Budet et al. 2011) que, como señalamos, según estudios recientes residía en Tintal o Nakbé. En este sentido, la cuenca de El Mirador durante el período Clásico Tardío fue una de las sedes de este grupo de las élites mayas. En los trabajos de Erik Velásquez y Ana García (2018) se revisan los contextos en donde se aprecia el título Chatahn winik y los que lo acompañan, Sak Wahyis y Sak O´? Wahyis, concluyendo que posiblemente era el nombre de un linaje o familia relacionada con el dominio del reino de Kanu’l. Esto explica que hayan sido reconocidos en otros sitios relevantes como La Corona (Stuart et al. 2014: 436) y Uxul, en Campeche, México (Grube et al. 2012: 21-25).

El hecho de que este título este íntimamente unido a un estilo alfarero tan peculiar, nos asegura que los Chatahn winik fueron parte de un grupo de élite o nobles importantes en la geopolítica de las Tierras Bajas mayas y en la sociedad, partícipes y protagonistas de la historia y los linajes reales que hicieron grande la civilización maya.

CONCLUSIONES

Si bien la colección de vajilla de estilo Códice en el Museo Popol Vuh no contiene obras maestras, como la pieza de Princeton, por ejemplo (Velásquez 2008), o los del Museo Metropolitano de Nueva York (Doyle 2016), sí representan prácticamente todos los subgrupos conocidos de este gran conjunto de cerámicas. Además, a pesar de que la función precisa de los recipientes con figuras de bandas celestes, registros calendáricos y pedernales cruzados es una incógnita, su variedad indica que eran imprescindibles para las prácticas rituales en el norte de El Petén, durante el período Clásico Tardío.

El vaso mpv 7107, según su inscripción, pertenecía a Yopaat B’ahlam, el gobernante de Tintal o Nakbe, el patrón más popular y, tal vez, más generoso de los artistas del estilo Códice. Es interesante notar que la alta calidad de la ejecución de la imagen y la caligrafía particular de la inscripción no corresponde con la expresión típica de los de los maestros de Yopaat B’ahlam (Aimi & Tunesi 2017). Ello implicaría, probablemente, que esta pieza fue creada no en el taller real principal, sino en algún centro secundario.

Los contenedores mpv 7099 y mpv 7103 poseen la referencia a k’uhul Chatahn winik junto con sak wayis o sak o’ wayis. Al parecer, pertenecían a personajes de rango medio que conformaban la élite. El primero de ellos, probablemente fue pintado por el Maestro 1 de Yopaat B’ahlam, y el segundo, de autor desconocido, también luce una alta destreza iconográfica y caligráfica.

El ejemplar más sencillo es mpv 7106. Aunque los signos jeroglíficos de la Fórmula Dedicatoria son identificables, la calidad de la inscripción es bastante baja. Eso se corresponde con el estatus de su dueño, a quien se le denomina simplemente como itz’at, ‘el sabio’. Tal vez fue un artista o sacerdote de un centro de segundo orden, barrio urbano o comunidad local.

Las vasijas con la representación del mito del dios anciano y la serpiente (mpv 7197 y mpv 7108) no exhiben Fórmula Dedicatoria. La sofisticación de la iconografía y de los signos no es muy alta, lo que indica que provenían de un taller alfarero secundario. Sin embargo, la existencia de este motivo mitológico sobre tales objetos implica que el relato sobre el dios anciano no estaba limitado solo a las creencias de las élites superiores, sino también distribuida de manera más amplia en la sociedad maya.

REFERENCIAS

Aimi, A. & R. Tunesi 2017. Notas sobre unos nuevos grandes artistas de los Sagrados Hombres de Chatahn. Glyph Dwellers 54. <http://glyphdwellers.com/pdf/R54.pdf> [consultado: 20-07-2014].

Aimi, A. & R. Tunesi 2022. The Catalogue Raisonné of Master 1 of Yopaat B’ahlam and his Relationship with Calakmul. Mexicon 44 (1): 8-19.

Barrientos, T., M. Canuto, D. Stuart, L. Auld-Thomas & M. Lamoureux-St-Hilaire 2016. Memoria social escrita en piedra: cambios y reconfiguraciones del discurso político en las Tierras Bajas durante el período Clásico. En xxix Simposio de Investigaciones Arqueológicas en Guatemala, 2015, B. Arroyo, L. Méndez & G. Ajú, eds., pp. 103-119. Ciudad de Guatemala: Museo Nacional de Arqueología y Etnología.

Beliaev, D., A. Davletshin & A. Tokovinine 2010. Sweet Cacao and Sour Atole: Mixed Drinks on Classic Maya Ceramic Vases. En Pre-Columbian Foodways: Interdisciplinary Approaches to Food, Culture, and Markets in Ancient Mesoamerica, J. Staller & M. Carrasco, eds., pp. 257-272. Nueva York: Springer.

Beliaev, D., S. Vepretskii & P. Galeev 2017. Los textos monumentales en la Colección del Museo Nacional de Arqueología y Etnología. En Proyecto Atlas Epigráfico de Petén, Fase iv. Documentación y análisis de las inscripciones en la Colección del Museo Nacional de Arqueología y Etnología, D. Beliaev & M. de León, eds., pp. 28-93. Ciudad de Guatemala: Centro de Estudios Mayas Yuri Knórosov.